martes, 2 de junio de 2009

Hasta Donde

Se dice que cuando se subre, los buenos momentos se disfrutan mejor, pero quién pone los límites, es decir, hasta donde estás dispuesto a sufrir por conseguir una alegría, qué sacrificios estas dispuesto a hacer por conseguir esa meta que tienes en mente. Cuando hablo de sacrificios, no sólo hablo de sacrificios económicos, sino que también hablo de sacrificios emocionales e incluso sentimentales, que no son visibles, como pueden ser el sufrimiento, el dejar aun lado todas tus ilusiones, el renunciar a un futuro deseado, un futuro ideal, que en tu mente se ansía más de lo que te puedas imaginar, un futuro al cual renuncias una y otra vez, un futuro que ves pasar dentro de un tren el cual no estas dispuesto a coger, salvo que este se pare y te invite a subir.

Subir a un tren lleno de alegrías y esperanzas, lleno de buenos momentos, lleno de ilusiones, que hasta ese momento, no has decidido coger. Es como ver pasar una y otra vez el mismo tren cada cierto tiempo, pero que por una u otra razón, nunca estás dispuesto cogerlo, hasta que llega un día en que te empiezas a preguntar. ¿Qué hubiera pasado si coguiera ese tren?, ¿Cómo sería mi vida, en estos momentos, habiendo coguido ese tren? e incluso ¿En dónde estaría en estos momentos su hubiera coguido ese tren?

Dicho esto, me pregunto: ¿Hasta donde estamos dispuestos a sufrir?