Mariano Rajoy y su equipo aguijonearon durante años al
Gobierno socialista por no haber previsto la crisis. Pero su flamante
ministro de Economía, Luis de Guindos, nunca vio venir la quiebra de su propio banco.
El 10 de julio de 2008, en su intervención anual en la Escuela de Verano de FAES, el think tank
del PP, De Guindos explicó que el principal problema que afrontaba la
economía mundial era la "tensión inflacionista" y advirtió del riesgo de
una "suave recesión".
Apenas
dos meses después, Lehman Brothers, el banco de inversión
estadounidense del que De Guindos era ejecutivo presidente para España y
Portugal y miembro de su consejo en Europa quedaba reducido a escombros
y su quiebra arrastraba la economía mundial a una crisis de la que aún
no ha salido.
De Guindos dirige ahora la economía española. Y
defiende exactamente las mismas recetas que durante los meses previos a
la caída de Lehman Brothers repetía con profusión en sus múltiples
conferencias como alto ejecutivo del banco de inversión. Los problemas
de su entidad iban a arrastrar a todos, pero los problemas, según el hoy
ministro, estaban fuera: sobre todo, en el mercado laboral, en las
pensiones públicas y en los salarios de los trabajadores.
Ahora su
agenda sí incluye una cuarta bandera urgente: la reestructuración del
sector bancario, el mismo del que procede en Lehman Brothers (2006-2008)
y hasta el pasado jueves en el consejo del Banco Mare Nostrum, que en
seguida consideró un "gran acierto" su nombramiento, la dirigirá él
mismo, ahora desde el otro lado.
"Lo
nuevo de esta crisis es que el poder financiero, que es el que la ha
causado, ha tomado directamente las riendas de los gobiernos y ese
fenómeno llega ahora a España", sostiene Miren Etxezarreta, catedrática
emérita de Economía Aplicada de la Universitat Autònoma de Barcelona. En
16 de los 27 países de la Unión Europea, exdirectivos del sector
bancario ocupan puestos clave de la política económica (ver página
siguiente).
"La novedad de este Gobierno es que los lobbies ya no
presionan desde fuera, sino que han tomado el control directo desde
dentro mismo del Ejecutivo, con un papel muy destacado del lobby
financiero, el armamentístico y el agrícola", le secunda Alejandro
Inurrieta, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles.
La última operación
Entre
la conferencia citada, en FAES, de julio de 2008, y la quiebra de
Lehman Brothers, en septiembre del mismo año, el banco de De Guindos aún
tuvo tiempo de llevar a cabo una suculenta operación en España: la
coordinación de la salida a Bolsa de las cuotas participativas de la
Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM).
Pese a la mala salud
financiera que ya entonces arrastraba la entidad hoy
intervenidaconsiderada por el Banco de España "lo peor de lo peor",
Lehman Brothers logró que el 23 de julio de 2008 las cuotas empezaran a
cotizar a casi seis euros. Más del 60% fueron adquiridas por pequeños
ahorradores. Su valor, hoy, es cero. Y se han convertido en una patata
caliente para las nuevas autoridades económicas.
No es el único capítulo español del espectro Lehman
que perseguirá al ministro. Otro: el de los ciudadanos atrapados por
los bonos del banco que se sintieron estafados y acudieron a los
juzgados.
La
CAM era precisamente una de las entidades que más trabajaba con la
entidad de De Guindos. En 2007, colocó a una jubilada bonos del banco
estadounidense por valor de 134.000 euros, vendidos como ultraseguros y
ajenos a EEUU al tener garantía europea propia, supuestamente en
Holanda. De Guindos era entonces miembro del consejo europeo del banco.
Tras
la quiebra, nadie respondió y ella acudió al juez: finalmente, el mes
pasado el tribunal falló a su favor y ahora la CAM deberá devolverle la
inversión. "Aún no puedo creerme que el ministro que dirigirá la
economía española sea precisamente el responsable en España de esos
bonos", explica Jaime Navarro, el abogado que llevó el caso.
Rivalidad en el Gabinete
El rival
económico de De Guindos en el nuevo Gabinete es Cristóbal Montoro, al
que Rajoy ha situado al frente de Hacienda, Ministerio que ya dirigió
con José María Aznar. A él corresponderá cuadrar las cuentas y, por
tanto, tratar de aumentar los ingresos del Estado: justo el objetivo
contrario al que persigue la consultoría que el ministro fundó tras su
anterior paso por el Gobierno, hoy llamada Equipo Económico, que ofrece
asesoraramiento fiscal a las empresas para reducir legalmente los pagos a
Hacienda.
Equipo Económico, que hasta 2008 se llamaba Montoro y
Asociados, incluye en su equipo a Ricardo Montoro, hermano del ministro y
exdirector del CIS; Salvador Ruiz Gallud, exdirector de la Agencia
Tributaria; y Ricardo Martínez Rico, exsecretario de Estado de
Presupuestos.
Este tipo de despachos son muy reservados a la hora de divulgar sus servicios, pero la investigación del caso Gürtel ha
aportado pistas sobre una operación concreta, facturada justo después
de que Montoro dejara la firma. El encargo procedía de Everland, firma
investigada en el sumario, propiedad de la esposa de Jesús Merino, ex
portavoz adjunto del PP en el Congreso.
"Aprovechamiento fiscal"
Por este trabajo, Equipo Económico emitió una factura en julio de 2008 de 116.000 euros. Tras el estallido del caso Gürtel,
el juez se dirigió a la empresa para conocer la operación: "Los
servicios prestados consistieron en el asesoramiento económico y fiscal
de una operación de adquisición empresarial, alcanzando, entre otras,
cuestiones relativas a la compensación de bases imponibles de ejercicios
anteriores, deducciones fiscales pendientes de aplicación, gastos no
deducibles por diversos conceptos, así como fondos de comercio derivados
de la operación y su aprovechamiento fiscal", contestó la dirección de
Equipo Económico.
Varios expertos tributarios consultados estiman
que la factura de este tipo de servicios oscila entre el 5% y el 15% de
la ganancia fiscal que obtiene el cliente. Por tanto, el fisco debió de
dejar de ingresar un mínimo de 700.000 euros gracias al asesoramiento.
Por
aquellas fechas, Pedro Morenés, hombre muy próximo a la Zarzuela que
Rajoy ha nombrado ministro de Defensa, era consejero de Instalaza,
principal fabricante español de bombas de racimo. Y justo en julio de
2008, el Gobierno de Zapatero aprobó una moratoria en la producción de
estas armas tan dañinas.
Según denunció con pruebas Human Rights
Watch, algunas de las bombas producidas por Instalaza con Morenés en su
consejo fueron utilizadas por Muamar Gadafi en la reciente guerra que la
OTANcon la participación de unidades españolas contribuyó a decantar a
favor de los rebeldes. Pero el problema que puede afrontar Morenés con
su llegada a Defensa no es sólo de orden moral, sino muy práctico e
inmediato: Instalaza, en cuyo consejo se sentó el ministro hasta
septiembre según el Registro Mercantil reclama desde mayo al Gobierno
por la vía judicial 40 millones de euros de indemnización por los
supuestos daños causados con la moratoria.
Complejo militar-industrial
"No
tiene precedentes que un representante destacado del complejo
militar-industrial asuma directamente el Ministerio de Defensa y
Morenés, sin duda, lo es", opina Jordi Calvo, investigador del Centre
Delàs, entidad pacifista especializada en el comercio de armas.
Su
vinculación a la industria que depende de los contratos de Defensa uno
de los Ministerios más amenazados por los recortes va mucho más allá de
Instalaza: Morenés, secretario de Estado de Defensa y de Seguridad con
Aznar, vuelve al Ministerio desde la presidencia de Segur Ibérica,
empresa a la que Defensa encarga tareas de seguridad privada a los
atuneros que faenan en el Índico. Y hasta ahora se sentaba en los
consejos, entre otros, de MBDA, el gran fabricante mundial de misiles
que según el Centre Delàs también tuvo a Gadafi entre sus clientes;
Kuitver, consultoría de i+D especializada en seguridad y defensa; Aritex
Cading, que incluye servicios de diseño militar industrial; Gamo
Outdoor, gran fabricante estadounidense de rifles y pistolas, e I-Sec
Iberia, consultoría para asuntos de seguridad.
Fondos de la PAC
Si
los pacifistas están en alerta máxima, los ecologistas también, tras el
nombramiento de Miguel Arias Cañete como ministro de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente.
Ya durante su etapa de ministro de
Agricultura con Aznar, Arias Cañete fue objeto de polémica porque su
esposa, Micaela Domecq, y su familia gestionaban empresas perceptoras de
fondos procedentes de la Política Agraria Común. Hoy siguen al frente
de firmas de explotación agraria.
Pero ahora Arias Cañete dirigirá
también Medio Ambiente, pese a destacar al frente de cuatro de los
lobbies más enfrentados a los ecologistas: el protrasvases en 2000, el
ministro prometió a los regantes que el trasvase del Ebro se haría "por
cojones", el petrolero suma 326.000 euros en participaciones del sector,
el del automóvil posee seis coches y una moto, y preside la Fundación
del RACE, cuyo fin es fomentar el uso del automóvil y el del ladrillo:
coincidía con Ignacio López del Hierro, marido de la secretaria general
del PP, María Dolores de Cospedal, en el consejo de Bami Newco, la
empresa que refundó Joaquín Rivero, uno de los reyes caídos del sector, tras su defenestración de Metrovacesa y Gecina.
Los
lobbies tienen otras terminales en el nuevo Gobierno: el ministro de
Educación, José Ignacio Wert, suma ya décadas de vinculación al Grupo
Prisa, propietaria de la principal editora de libros de texto, y fue
asesor de la presidencia del BBVA; el titular de Interior, Jorge
Fernández Díaz, es muy próximo al Opus Dei, y la CEOE no sólo rema en la
misma dirección que Luis de Guindos sino que el jefe de la Oficina
Económica del presidente, Álvaro Nadal, es hermano de un vicesecretario
de la patronal, con quien comparte credo liberal.
En 2008, Luis de
Guindos quizá no tenía elementos para saber que su propio banco estaba a
un paso de la quiebra. Pero nadie podrá acusar a Rajoy de no haber dado
pistas sobre la política de su Gobierno desde el primer día.
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