Se dice que toda persona a lo largo de su vida, tiene diversos puntos de inflexión, pues bien para mí, tú has sido uno de ellos. Tal vez te esteas dando cuenta que eres tú, mientras estas leyendo estas líneas, eres la que me ha cambiado mi forma de pensar, mi forma de sentir, mi forma de soñar. Puesto que desde que te conozco sólo puedo vivir por y para ti. Todos los días me despierto y cuento el tiempo que falta para poder oír tu voz, esa voz tan sensual y melosa que es capaz de amansar a las fieras; cuento el tiempo que falta para ver esos hermosos ojos tuyos, a través de los que se puede ver reflejada la inmensidad de tu belleza y dulzura, esos tus sensuales labios; unos labios, rojos y carnosos, como lo es una manzana roja, en su momento al guido de madurez, por los que daría, todo el oro del mundo por tenerlos sobre los míos y poder saborearlos y disfrutarlos contigo, durante el resto de nuestras vidas. Unas vidas que si no están juntas no tienen sentido de ser, puesto que ambas, están echas la una para la otra. Unas vidas que por separado no tendrían un rumbo a seguir y por tanto, se perderían en la eternidad del infinito, pero que juntas, serían capaz de dar todo, un amor infinito, un amor que no se sabe donde empieza o donde termina, puesto que mires para donde mires, sólo ves lo mismo y no es otra cosa, más que nuestro amor.
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